martes, 31 de agosto de 2021

El error y el remordimiento van de la mano.

Si soy honesto y no miento,
aunque caiga en un error,
no buscaré confesor,
pues no hay arrepentimiento.


Nunca creí en el pecado,
y sí en la equivocación;
son ritmos, que el corazón 
lleva por muestra y recado.


Y ocurre, que si no quiso 
escuchar sólo a la mente,
lo interpretó diferente,
en el momento preciso.


El corazón, confundido,
nos ha llevado a la duda,
pues si la intención se muda,
razón habremos perdido.


Y por sentirnos culpables,
aunque no exista condena,
nos invade una gran pena 
y oímos ruidos de sables.


Escrito en Agosto 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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