Mi mente es el relámpago que incide
sobre el cauce desbordado de tus palabras,
paridas en la soberbia y la incoherencia.
No necesito hacer daño, para evitar
que me lo hagas a mi.
Llevo bien afilado mi intelecto
y mi juicio está construido sobre sólidos
convencimientos éticos.
Quien me conoce, sabe qué puede esperar
de mi y lo que soy capaz de ofrecer
desde el diálogo y el respeto.
Si tus razonamientos carecen de luz
te conducirá al abismo oscuro
en que te irás adentrando.
Como no sabrás, ni conocerás
más que tu enorme ego,
echarás a cualquiera, la culpa de tus males
y sin embargo, eres tú quien origina
la ola que cubre tu vida de ignorancia.
Caminas sobre las zarzas y te enredas
con tus propias palabras,
faltas de credibilidad y consistencia.
Escrito en Diciembre 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario