viernes, 18 de enero de 2019

Como la llama en una vela.

Las puertas abiertas,
miradas perdidas,
un pulso de vida,
naturaleza muerta.

Un soplo atenuado,
tan sólo un suspiro
en un breve giro
y un sol desolado.

Un rastro de cera
sobre el pavimento,
huyen los momentos
en la tensa espera.

Nadie se entretiene
en buscar sentido,
es sólo un latido,
la vida va y viene.

No es cuestión de suerte,
el tiempo no es nuestro,
su juego es siniestro...
¡ Nos vence la muerte!.

Escrito en Enero 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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