miércoles, 30 de enero de 2019

Somos un pulso en las memorias 

Hay manos que piden ayuda.
Manos que ofrecen un poco de consuelo
y dignidad.
Manos austeras con estómagos vacíos.
Manos que son como ríos, extensas,
profundas, con la sabiduría del tiempo
en cada amanecer que se sucede sobre otro.

Sopla el viento al oído de quien, en soledad,
gime su vida pletórica de ausencias
y desatinos.
Se esparcen las arenas que escapan
entre nuestros dedos y una vez más
descubrimos, que la tierra sólo recoge
nuestros cuerpos cansados, exhaustos
y blanquea nuestros huesos, después
de estar perdidos  en todas las memorias
y formar parte de un recuerdo más,
en una historia jamás contada.

Escrito en Enero 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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