jueves, 10 de enero de 2019

En busca del agua más fresca

No me busques ya. Estoy en el ángulo oscuro 

de la felicidad. Allí no puedes verme 

y durante mucho tiempo 

guardé las hojas tiernas, para beber

la frescura de las gotas de rocío.


Hay cierta calidez que logra que avance

el estado de madurez de las cosas,

hasta que todo atisbo de color 

en los jóvenes tallos, quede extinto.


Entonces se apodera de ellos una gravedad,

que pesa sobre todo contenido 

y extenúa la voluntad, hasta verla reducida 

en un sueño que se marchita,

 dejando sus amargas hojas en las cunetas

de los caminos.


Se secan bajo el sol todas las ilusiones 

y nos quedamos inmóviles, esperando 

las nuevas lluvias.

Tan sólo el sudor y las lágrimas,

delatan esa sed de agua fresca,

que no encontramos al acercarnos con temor

a buscarla en los pozos más oscuros 

y profundos.


Escrito en Enero 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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