jueves, 25 de junio de 2020

La vida en una taza de café.

Nos movemos dentro de una taza de café,
donde se disuelven nuestros sueños,
porque agitamos con la cucharilla,
todos nuestros momentos, en vez
de disfrutarlos.


Pensamos por nuestra agitación, 
endulzar más rápidamente nuestra vida,
pero el azúcar está en el fondo de la taza
y debemos profundizar, para apreciar 
el sabor de cada instante.


Se enfría el contenido, si dejamos pasar
nuestra vida, como ave fugitiva, sin advertirlo
y si la apuramos de un trago,
 nos quema el paladar, impidiéndonos 
disfrutar de su aromas.


Nos movemos dentro de una taza de café 
y nuestra vida es tan sólo un puzzle 
hecho de encuentros, bajo el enigma 
de un oscuro café, que a veces
acompañamos con alguna nubes 
blancas de pura leche.


Sólo los labios más sensibles y los paladares 
más exquisitos, aprecian el café 
en su tiempo justo y a idónea temperatura,
recorriendo el cielo de la boca,
para recrear el cielo que esperamos.


Escrito en Junio 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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