el tiempo la ha consumido,
no permanece en su nido
su existencia ha terminado.
Se desgastó en su latido
su corazón descarnado
y su tiempo se ha agotado,
por su impulso desmedido.
Todo se obra en la consciencia,
sentir que un cálido abrazo
nace y muere en su regazo,
conformando la experiencia.
Realidades pasajeras,
aves en vuelo, que pasan,
líneas de luz, que traspasan
el firmamento, ligeras.
La idea de la realidad,
de la que creemos dueños,
son brumas de nuestros sueños,
en otra tonalidad.
Pues la vida es ilusión
y en la mente, un espejismo
que nace de su bautismo,
por su plena afirmación.
Escrito en Junio 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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