jueves, 30 de septiembre de 2021

Sintiendo la Música.

Un pulso, un latido, una vibración celeste 
que se transforma en sonido.
El amargo sabor del  silencio, dulcificado 
con notas de voz o trinos, murmullos
o acaso, ecos que rebotan en el vacío,
llenando las ausencias 
con una armónica presencia.


La exactitud premonitoria entre el silencio 
y el sonido, en pugna para establecer 
un ritmo, una cadencia  que dance al compás 
de la ingente y manifiesta vida.


Exultante, calmada o agresiva a veces,
como un mar que emerge  hasta los cielos,
para atrapar las gotas de lluvia y rescatarlas
en su oceánica presencia.


Gotas, notas que golpean musicalmente 
el atabal dormido de la tierra,
para que todos sus seres dancen
celebrando la vida.


Escrito en Septiembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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