viernes, 10 de septiembre de 2021

Trabajar lo justo y vivir a gusto.

Cuando todo se termina en la jornada,
la lasitud  nos vence en un instante, 
tras el día, ahora queda por delante 
el descanso de una noche relajada.


Nunca sabes lo cansado que te sientes,
hasta el cese en la labor, pues la tensión 
te mantiene con firmeza en la ocasión,
porque así lo necesitas y consientes.


En la vida, al tener prioridades,
el descanso queda al margen, relegado,
una vez que la labor ha terminado,
admiramos nuestras grandes cualidades.


El esfuerzo es del trabajo su condena,
procuremos que nos sirva, si es medido;
la salud es un tesoro, precedido 
de una vida por gozar, valiente y plena.


La labor si es bien llevada, dignifica 
si el trabajo se valora en su virtud 
que no así, si es una ingrata esclavitud; 
será el mal que al ser humano perjudica.

Escrito en Septiembre 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







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