martes, 10 de octubre de 2017

A remendar bolsillos rotos

Se van perdiendo algunas monedas pequeñas 

en los bolsillos rotos.

Caen las migajas del pan al suelo,

desde las mesas vacías y sentimos

que aún falta algo para saciarnos.


Vemos algunos frutos 

que suben hacia el cielo,

apoyados en las ramas que los impulsa,

como un dedo amable.

En la fatiga del crecimiento, maduran 

para volver de nuevo a la tierra,

a su origen de semilla pequeña y grácil,

con sueños que fueron creciendo y 

alcanzando metas, desde el tronco,

que sujetaba  su fragilidad.


Vientos cálidos vienen a madurar

su esférico cuerpo o tal vez dedo alargado 

desde una mano, racimo o acaso, 

dulces lágrimas en bayas, 

que dejan su huella roja en el camino

que espera su beso descendido, 

desde el árbol que lo engendró 

hasta sus raíces en la tierra.


Escrito en Octubre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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