No busco ya, el labio que me ignora,
no tiene calidez de un alma en él,
no busco deslumbrarme en su oropel,
ni ha de cesar mi corazón en la demora.
No busco en mi tristeza, compasión,
ni una fuga de besos incipientes,
ni busco a la luna en su creciente,
ni atiendo al latir del corazón.
Solamente espero, espero, espero,
mientras fluya la vida por mis venas,
ese dulce calvario en la condena
de esperar por esperar, aunque me muero.
Porque quiero querer, amor, que no me hiera,
aún en el dolor, que lacerando,
la vida por segundos va agotando,
que he de vivir en ello, aunque no quiera.
Escrito en Octubre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito.”zuhaitz “.
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