Nunca fuiste la mitad de nada,
pues tu luz lisonjera, se proyectaba
en los demás.
No vivas nunca más en la espera de buscar
otra nueva realidad, te completas en la obra
de tu ser, como alguien tan auténtico
y manifiesto que sólo se sale por su afán
del propio tiesto, aunque en tu soledad
no puedas ver.
Ya no busques un nuevo amanecer
en los ojos de quien pueda ser profano
a tu luz, y así te niegue el tacto de su mano
y sorprenda con su ingrato proceder.
Nunca fuiste de otra parte complemento,
es la argucia de quien se siente incompleto,
pensamiento, retrógrado y obsoleto,
que no hilvana su razón, ni entendimiento.
No te juzgues en tu haber, siendo severo,
porque nadie ha traspasado ese listón,
en que luchan la verdad y el corazón,
si tu ser muestra su luz, por ser sincero.
Todo en ti se manifiesta por hallado,
si es que buscas la verdad en sus guarismos,
la respuesta la hallarás sobre ti mismo,
toda vez en que te sientas proyectado.
Escrito en Abril 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
De
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