miércoles, 12 de febrero de 2020

Contaminación de la humana sinrazón.

Se han anunciado los imperativos
del despropósito que conduce
a la humanidad a la pérdida de su identidad
y la extinción de su especie.

No es una alegoría, ni una metáfora...
y si lo es, se trata de un giro de tuerca,
que rompe los esquemas establecidos
por la naturaleza.

La razón de diluye entre las espumas
de jabones industriales, que tratan
de neutralizar la grasa humana,
que contamina el aire con su combustión,
pero diluida, se filtra en la tierra
y mueren las plantas con sus raíces
sepultadas en la inocencia.

Quiero apearme en marcha de esta locura
que hemos engendrado y encontrar
la divinidad perdida, entre cápsulas de café
y pantallas de alta resolución.

En la opacidad de nuestros ojos desprendidos
de todo atisbo de verdad o indicio
de evolutiva sabiduría, debemos hallar
el destello de luz primigenia, que nació
desde nuestras miradas, descuidadamente
infantiles, para retornar a un comienzo
que tenga más sentido y más claridad
en cada uno de los espacios que un día
vaciamos y llenamos con la inmundicia
de nuestros vicios y falsas necesidades,
sin duda...altamente destructivas.

Escrito en Febrero 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


No hay comentarios:

Publicar un comentario