jueves, 13 de febrero de 2020

Las mismas carencias, la misma búsqueda, los mismos anhelos.

¿Quién puede atrapar el canto de un pájaro,
o el rumor del viento?,
delimitando la tierra hasta llegar al mar,
cuando el horizonte es siempre
una frontera inalcanzable.

Donde se unen cielo y mar, se halla
la respuesta al temor de perder
algo que nos pertenece, porque todos
y cada uno de nosotros somos propietarios
o tal vez inquilinos temporales de  las maravillas que se muestran
ante nuestros ojos.

¡No os engañéis! Colonizar no es obsequiar
agua de colonia o perfume, sino secuestrar
y robar todos los aromas que componen
todas las verdades ajenas, ante la frustración
de no haber hallado nuestra propia verdad.

¡Ignorantes! Buscáis en los cielos,
todo aquello que está encerrado
en vuestro corazón.
Haced una introspección y veréis que no hay
una diferencia notable
entre los seres humanos.
Las mismas carencias, las mismas búsquedas
y los mismos anhelos, que conforman
todas nuestras inquietudes.

¿ Porqué no aunar voluntades
en esta búsqueda? Quien se arriesga
solo en esta búsqueda, puede perderse
en la eterna noche de los tiempos.

Escrito en Febrero 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"






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