sábado, 8 de febrero de 2020

Soy guineano 


De ébano es nuestra piel
y nuestra sangre es muy roja,
verdes, los campos de miel
que la dulce lluvia moja.

Mi país es el anhelo
de nuestro sueño africano,
cuando estoy mirando al cielo,
aún lo siento muy lejano.

Es una boca hacia el mar,
que calma su sed, la sacia,
tierra que ha de perfumar
el aire en su don y gracia.

¡Recibe, madre amorosa,
mis suspiros, que se escapan!
Y en el candor de la rosa
de tus amores se empapan.

De mar y sol, con rocío
evitas que el sol caliente
y refrescas el plantío
besando así su simiente.

Guinea son nuestras manos,
que heridas en la labor,
reconoce a sus hermanos
en la cosecha de amor.

Cielo azul, verde pradera,
blanca el alma en la esperanza,
roja, la sangre que espera
la lluvia en húmeda danza.

¡Lléname de tu belleza !
¡Dame tu espíritu innato!
Y sentir tu fortaleza
pura, sin verbo, ni ornato.

¡Guinea, quiero sentir
tu pulso en mi corazón,
te estoy sintiendo latir
cuando entono una canción.

( Dedicada con cariño a mi amigo
Pascual Molongua, bilbaíno de pro

nacido en Guinea ).

Escrito en Febrero 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".




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