miércoles, 19 de febrero de 2020

No sé si será fiebre estos ardores.

No sé si será fiebre estos ardores
que sentimos en el cuerpo juvenil,
los latidos se aceleran ya por mil
y mis versos se han tornado trovadores.

¿Es acaso consecuencia en los amores
que en los labios, su calor se hace febril?
La inocencia se retira, por gentil
y el amor nos hace vernos pecadores.

Amor que no distingue los honores
y amando se nos pierde la razón,
pues manda en este impulso el corazón
y es bello, como el tacto de las flores.

Amar ese contacto, que en los sueños
nos va tomando forma y nos domina,
amor que es doloroso, si termina,
del cual no hay posesión, ni somos dueños.

Amor es primavera, aunque haya inviernos
y el frío de la angustia en los adentros
es cálido rubor en los encuentros
o nos tortura y baja a los infiernos.

Amor que nos orienta y da sentido
y busca en los rincones de la mente,
gozar para sentirlo eternamente,
aunando la razón con su latido.

Escrito en Febrero 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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