Por ti siento tanto amor
que quisiera, que al hablar
pudiera siempre expresar
su ternura y su candor.
También el fuego y su lumbre,
cuando llegan los temores,
que hacen dudar los amores
dentro de su incertidumbre.
El miedo a subir al cielo,
a que no sea verdad
vivir esta realidad,
porque nos surgen los celos.
Quererte como te quiero
es verdad y muy de veras,
así que los celos fuera
que son malos consejeros.
escrito por Zuhaitz en mayo de 2011
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