lunes, 23 de mayo de 2011

Rosas y Espinas

Bienvenida la sombra falaz
que acrecienta mis furias y enojos
y el deseo de la claridad
que reflejan tus cálidos ojos.

Perdido en la penumbra de mi mente,
tan sólo un brillo luce en mi interior,
tan sólo un relámpago inocente
que al vertebrado cielo de mi frente
acude como el beso bienhechor.

Bienvenida la angustia pesarosa
que queda en el vacío del amante,
si prendiste entre tus dedos una rosa,
si gozaste sus aromas enervantes,
sabrás que en el Amor no existe cima,
mas es camino angosto y complicado,
áquel que en su perfume se ha embriagado
también sufre el dolor de sus espinas.

Escrito por Zuhaitz en 1985

Publicado en el Libro de poemas " Glorias áureas" ISBN: 978-84-15176-55-8

Depósito Legal: BI-1461-2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario