¡Caldero! ¡ Mágico caldero!
donde mi magia cocino con esmero...
Desde la pócima extraña,
con yerba y venenos,
todo afán ponemos
desde las entrañas.
¡ Sapo ! ¡Sapo partero!
Todo tu mal requiero.
¡Viento y Tierra! ¡Fuego y granizo!
¡Ayúdadme en mi hechizo!.
¡Brujas, Trasgos y duendes
y ahorcados convictos,
que desde la soga penden...
Sobre la sangre del afligido por la Inquisición,
he aquí mi gran invocación.
Sobre los restos del potro mal parido,
te muestro mi cuerpo, a ti ofrecido.
Yo os conjuro, hados del destino,
en un fatal desenlace,
para que mi magia, trace
sobre un reguero de sangre,
toda mi sed y mi hambre,
que he saciar con tu vino.
Hoces, clavos y guadañas...
¡Romped y cortad el alma,
de quien deshaga la calma
y así mi conjuro narre
los pases del Akelarre.
¡Venerado Satanás!
¡Por delante y por detrás,
protege, Rey de las Sombras
a quien te adora y te nombra,
con sabio poder, que engaña
a toda falsa virtud,
usada como señuelo,
para buscar el consuelo
de una vida atormentada
y en el crimen descuidada,
perdida en esa inquietud.
¡Caldero! ¡Mágico caldero!
En tu vientre conjurado,
por mis palabras, preñado
de Belcebú, en su agujero...
¡Sea así tu voluntad!
Unida a ti, va la mía
en la mágica porfía
de enjambres de la maldad.
Escrito en Diciembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz” ( Para el poema teatralizado “ Semilla de Brujas” ).
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