martes, 5 de diciembre de 2017

Las mujeres que no aman a los hombres 

A la mujer que amé, nunca me amó.

Su sexo fué un cepo para privarme

de mi libertad y someterme.

Grillete para mi sexo, premio o castigo 

para lograr sus fines.


Moneda de cambio, para negociar 

y volver mi razón del revés, hasta rozar

la locura.

Nunca hubo amor, sólo negocio 

volcado a sus propios intereses.


El amor sucumbió, manejando el deseo 

a su antojo y para sumirme en la desolación 

y convencerme de que no hay mayor mentira,

ni traición, que decir: TE AMO, 

cuando se debiera decir: TE UTILIZO, TE RECICLO y TE DEJO. ( que escrito al revés se lee: JÓDETE ).


Escrito en Diciembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario