que se refleja en todas mis sonrisas
y en los espejos de mi casa.
La tristeza va y viene, pasajera fugaz
de mis sentimientos más profundos.
Hay ciertos tintes de melancolía
en mis ojos y algunas carpetas abiertas
sin contenido, aún cuando quise
llenar su espacio y compartir
esa plenitud, que traspasa
abismos insondables.
El color difuso de mis sueños, se amalgama
en la realidad, formando un iris en la pupila,
que cristaliza una lágrima pura.
La transparencia del alma tiene
una riqueza absoluta de matices y colores
y bajo el arco de las cejas, pasan
las miradas fugaces, como nubes de verano.
Escrito en Diciembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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