Seguramente, me asombre.
¿Si busco la verdad...
perderé mi realidad?.
Todo lo que no se ha forjado,
será hierro traicionado.
Lo que el fuego no doma,
la vida lo retoma.
Acero, virtud del hierro.
Mientras cabalgamos, ladran los perros.
El espíritu permanece
y su fulgor no perece.
Se forja o se destruye
lo que se siente o se intuye.
Surge una idea, se huele, se mastica,
si se asimila, se aplica.
Lo que en vida no se entiende,
es cicatriz que se extiende...
a lo largo de la piel,
entre el dolor y la miel.
Lo que sentimos es eso,
en un leve retroceso,
retomar lo ya perdido,
después e haberlo sentido
en el coraje o la furia,
la virtud o la lujuria.
Un vacío a manos llenas,
para redimir las penas.
La pena por heredad
y su hermana soledad.
Si en el hombre, yo he invertido
¿Será un impulso perdido?
¿ O el sueño de un pobre loco?.
Si es así ¿Dónde coloco
todas estas ilusiones?.
Si escasas son mis razones,
me sobra toda intención,
pues grande es mi corazón.
Escrito en Diciembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6
Depósito Legal: BI – 1323 -2018
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