jueves, 18 de octubre de 2018

Cuando hayamos muerto 

Absolutamente  nada aparenta recrear

 la realidad que siento como posible.

En la imagen que surge en mis pensamientos,

las gentes divagan, flotando en la nada,

como cadáveres sobre el río de la vida,

atesorando el musgo del tiempo 

en sus memorias, para luego tratar 

de olvidar quiénes fueron.


Todo se añade y agrega, hasta formar

una montaña de incongruencias, 

que componen el bálsamo para soportar 

el desgaste que sufrimos cada día 

y ese diluirnos lentamente en el olvido.


Porque nadie hablará de nosotros 

cuando hayamos muerto y los sepulcros 

no caben en nuestras ocupadas mentes.


Escrito en Octubre 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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