lunes, 22 de octubre de 2018

La Luz que alimenta nuestra fe 

Ante el espanto del último pálpito de vida

y el temor que se cierne, 

como una falaz sombra, sobre nuestra frente

que lucha, buscando una claridad 

entre el asombro declarado...


Hemos de atacar a la profundidad de la noche,

con un salmo de estrellas

 de brillantes notas

y percibir su reverberación,

como una respuesta a nuestra plegaria.


Se desprenden destellos de luz prisionera,

que liberan la energía necesaria,

para alimentar cualquier vacío en el alma

y aumentar la saciedad de ámbitos,

que en celestial conjunción,

logran que la fe, sea el principio 

de toda creación partícipe 

en todo conocimiento adquirido 

o netamente empírico en el ser humano.


Escrito en Octubre 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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