jueves, 3 de junio de 2021

Azúcar Amargo.

Si el azúcar se enfría, sus cristales 
penetran en el torrente sanguíneo 
y cortan el flujo de oxígeno 
hacia los pulmones.


El fuego se alimenta de oxígeno y produce 
la cremación de los deseos, cuando estalla 
la burbuja que los contiene.
Nada que sea dulce, puede evitar 
su oxidación, produciendo el alcohol 
que neutraliza la mente, en una neurosis 
de vocablos desordenados e inertes,
que sucumben por su torpeza, 
en una enajenación sin precedentes.


El sabor de la vida  lleva la sal del mar,
en la sangre; el olor a salitre en el sudor 
que cubre las frentes temerosas 
y el rugoso tacto de todo cuanto
se marchita bajo el sello de la inconsciencia.

Escrito en Junio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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