sábado, 19 de junio de 2021

Se desata una tormenta.

Un violento espasmo sacude el cielo,
fulgurantes cuerdas de luz, atraviesan
los confines perdidos de la atmósfera.
Las nubes se hinchan en un enfermizo 
y diabólico afán.


Se oscurecen los cielos y entre ellos 
se escucha una voz terrible, que rompe
el silencio con su estruendo.
Tratamos de huir para esquivar su fiero diente,
que roe la carne, el espíritu y el tiempo.


Nadie duerme, es la atrocidad visible
desde los cielos y los mares.
El eléctrico impulso que arrasa la tierra 
con un soplo huracanado.
Así mismo, el viento mueve grandes masas
de agua y como látigos de fuego, 
los relámpagos caen 
sobre la tierra adormecida y deja cicatrices 
en los árboles milenarios.
¿Es la voz de un dios enfurecido 
o es  una tormenta desatada con la ira
más  violenta de la Naturaleza?.


Escrito en Junio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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