el paso, y se contempla desolado,
ignorando cómo fue y cómo ha llegado,
se pregunta, cómo va y cómo viene.
Su origen, que tal vez lo desconoces,
comienza en tu vivir y en tu consciencia,
es cuestión de tesón y de paciencia,
atendiendo sus plegarias y sus voces.
Se agota, transformándose en tu vida,
le observas, pues el tiempo es la desdicha
de saber, que a cada paso mueves ficha
y se abren sin cesar nuevas heridas.
Amaste sólo al tiempo, por la ciencia
de saber de su pulso y su medida,
comprobar la longitud que hay en tu vida,
pues el tiempo la conforma con su esencia.
Vida que se va entre nuestras manos,
que queremos atrapar, y en el recuerdo,
se encuentra ese vacío, donde pierdo
el sentido de esa vida que esperamos.
Escrito en Febrero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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