miércoles, 16 de febrero de 2022

Una isla salpicada de luz y sombras.

Como una isla, mi soledad es mi condena 
y mi refugio.
Me acosa la vida de otros, como una invasión
inminente a mi espacio y trato de huir,
a donde las cumbres guardan silencio 
y el viento es un suave  susurro 
en los relajados oídos.


Me golpean las aldabas de la impaciencia 
y se van desovillando las tramas 
de muchas vivencias.
Me proyecto  fuera, con la sombra 
a mi espalda y tan sólo el verbo fluido,
es un caudal de luz que  surge 
desde mis adentros y retorna a mí, a través 
de otras voces, que  repiten el eco 
de algunas  conciencias.


Agradezco el pulso  medido y lentamente 
suave, de los corazones que en la emoción 
navegan, a pesar de un naufragio inminente,
al ser vencidos por las olas, cuyas crestas
se elevan entre los arrecifes, 
donde se estrellan las lágrimas .


Escrito en Febrero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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