sábado, 8 de octubre de 2022

Cada nuevo encuentro.

Mira nuestras manos,
son cuencos vacíos,
pero  fluyen juntas.
Son igual que ríos
llenos de preguntas 
entre dos hermanos.


Me lleno de tu alma,
cuando  en los abrazos
se estrechan los lazos 
y vuelve la calma.


Nace una propuesta 
y de esa unidad
surge una verdad
libre, nunca impuesta.


En mi va creciendo 
por ti, una emoción,
pues tu corazón, 
en mi está latiendo 
y ahora comprendo.
que somos iguales,
lo mucho que vales,
lo mucho que valgo
 y me acerco y salgo
de mi soledad,
pues no hay  más verdad
que la que sentimos
y es lo que exprimimos
con sinceridad.


Nuestro  hermanamiento 
 es algo glorioso,
nada hay  más hermoso 
que el razonamiento,
de estrechar tu mano
y unida a la mía,
ver nacer el día.


Ese nuevo  día,
que rompe fronteras,
la mejor bandera 
es nuestra alegría.


Ver en los adentros 
el gozo de vida,
cuando es compartida 
desde los encuentros.


Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.









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