lunes, 24 de octubre de 2022

El mimetismo racional.

Tengo apenas diez segundos, antes de irme.
Me resguardo entre las sombras y soy
esa llama inquieta que  devora el aire,
hasta  extinguir su  vida.


Una fatal inercia, me impulsa 
a seguir mi camino, sin cambiar  las herraduras 
de mi cabalgadura o mi destino.
Creo en la firmeza de lo inusual  y su blanda
consistencia, que  evita que  se resquebraje,
cuando el tiempo  cae inexorablemente 
sobre su frágil cuerpo.


Tengo el tiempo  necesario para escribir 
mi epitafio, sin palabras grandilocuentes.
Con la sencillez de una flor, que ve marchitar
sus pétalos y cae sobre la tierra, a la espera 
de su abrazo.


He soñado siempre y he dormido poco.
Mis tesoros  caben  en una bolsa de tela,
llena de canicas, y el amor fue un intento 
de sobreponerme a mi propio deseo de volar 
sin alas.


He caído muchas veces sobre mi propia lápida 
y he roto el frío mármol, que  me separaba 
de mi propia realidad.
Me han mentido muchas veces
y lo siguen haciendo. Me hago el tonto,
para que  crean que  les dedico mi atención,
mientras vuelo sobre sus cabezas 
y me alejo lentamente, sin que lleguen
 a apreciarlo, pues andan muy ocupados 
mirándose su ombligo.

Escrito en Octubre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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