al pensamiento en su mágica estatura,
sin mermar en su afán, la arquitectura,
ni el mensaje o la intención, que éste conlleva.
Claridad de luz, pues incipiente,
va creciendo en la razón que fue encontrada,
celebrada por su encuentro y bien hallada,
pues destella desde el fondo de tu mente.
Música del alma, por sustento,
que se espera recibir en grandes dones,
en palabras, que pronuncias y propones
socialmente al declararlas alimento.
Alimento a la razón del pensamiento,
que dirige toda acción, al pronunciarse,
siempre es bueno, convencido, asegurarse
que no caiga en un oscuro detrimento.
Alimento en la razón y por estética,
la moral será por siempre contemplada,
rectitud y buen hacer en la morada
donde nacen los principios de la ética.
Los valores que en la vida son eternos,
nos protegen de los vicios y el hastío,
que produce el ingrato desvarío,
y nos lleva a padecer en los infiernos.
Escrito en Abril 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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