un peso inerte, que no te abandona,
el pulso que hiere y no te perdona,
el ritmo vital en la complacencia.
Sobre tu cuerpo, la sorpresa en vilo,
ligereza en tu pie, cuando caminas,
allá por donde empiezas y terminas,
se enreda a la sazón, con fino hilo.
Hilo, que por tu vida se enmaraña,
sobre un sentir, sin duda complicado,
ovillo, que al final, desmadejado,
de fina construcción, tela de araña.
Sobre ti llevas las palabras mudas,
aquellas que ya han sido abandonadas,
esperando de nuevo, ser nombradas,
hallando la razón, entre tus dudas.
Carga y dificultad sobre tu vida,
para hacer que ese hueco siga inerte,
pues así, se prodiga en esa suerte
la verdad de su sino y su medida.
Escrito en 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario