a través de unos barrotes de hierro.
La libertad es un anhelo que brota
desde un pecho herido.
Hay orificios en el alma, por donde se filtra
la tristeza y sube en oleadas, hasta inundar
los ojos.
Celestes ojos, que en el cielo escudriñan
una respuesta, ante la mudez
de unos temerosos labios, que callan
y condenan.
Nadie escapa del juicio de su propia conciencia, y quienes lo consigan,
permanecerán muertos en vida, sin advertirlo,
pues la vendieron por treinta monedas
de plata.
Son felices dentro de su patética ignorancia,
pensando que el dinero es incorruptible,
cuando sus almas apestan, por el hedor
de todas sus traiciones.
Un pájaro canta frente a la reja, pero el preso
no lo escucha. Hace tiempo, que abandonó
su prisión de carne y hierro.
Escrito en Abril 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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