con ritmos del corazón
y aprovecho la ocasión,
en que nada se reprime,
con la música, que imprime
todo el amor que presencio.
Nada tengo y nada vendo,
es sólo la convicción,
de asumir la decisión,
que me fascina, y entiendo
que he de guardar el instante,
en que el silencio es errante.
Silencio callado y pulcro,
sin mácula demostrada,
la voz, que fue sepultada
bajo su oscuro sepulcro.
Se entierra en la voz, que espanta
toda acción, que silenciada,
ya no nos sirve de nada
y vibra en nuestra garganta.
Escrito en Abril 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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