entre mis dedos, pero la vida
con sus devaneos y corrientes, arrastra
las arenillas de cada instante.
Quiero abrazar cada línea que el mundo
describe en su viaje alrededor del Sol,
pero todo se mueve vertiginosamente
hacia un caos, cuando se aparta, por temor
a incendiarse y desintegrarse.
La Luna pierde su vestido de novia
cada amanecer, ante la arrogancia
de un Sol, carente de clemencia
y la sed se convierte en esa necesidad
de agua, que emana desde la profundidad
del húmedo útero de una tierra virginalmente
intacta, que recibe el agua que atesora
y reparte en caudal de ríos y arroyos,
para sentirse nuevamente adorada
y amada por los cielos.
Escrito en Abril 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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