la luna sobre el agua en su reflejo,
dibuja su ansiedad en claro espejo
y en lánguidos lamentos me arrebata.
Se pronuncia un silencio sobre el cielo,
de eterna soledad y de penuria,
insigne en el relámpago y su furia,
perdido entre sus voces, va su anhelo.
Angosto es el crudo pensamiento,
que, por su soledad, así lastima
su recio caminar, también su estima,
que surge en su pesar como un lamento.
La noche es reflexión impenitente
del cuenco en su vacío, clara luna,
la noche se hace fría, inoportuna,
la luna en su agudeza muestra un diente.
Su luz en la agonía es persistente,
declara la esperanza en su condena,
la luna se libera de su pena
y asciende en un procaz cuarto creciente.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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