y nací con mente inquieta,
con un alma de poeta
y una vida afortunada.
Mi bolsillo tengo lleno
con mi ilusión y torpeza
y algún hueco en la cabeza,
para ver todo lo ajeno.
Y comprobar que, en la vida,
nada es verdad, ni es mentira,
tan sólo verá quien mira
con mirada decidida.
El error en su medida,
tal vez, me fue servicial
y aprendí lo qué está mal,
con la experiencia adquirida.
Nunca pensé que acertara
en tantas y tantas cosas,
con mis labores honrosas
y el riesgo de que fallara.
Mas, quien no arriesga no gana
y vivir es la aventura,
en una ruta que es dura,
aunque nos parezca vana.
Viviendo con atención,
sin mirar lo que has dejado,
una vez que has arriesgado,
poniendo tu corazón.
Y aún vacía la despensa,
con precaria economía,
el empeño en cada día,
tiene al fin su recompensa.
Siempre hablamos del amor,
como una meta dichosa,
pero nos queda otra cosa,
que se labra con sudor.
Y es conseguir, que el futuro
sea noticia candente,
construida en el presente,
con un cimiento seguro.
Y obtener satisfacción
con la obra realizada,
cuando tu vida cansada
llega a la jubilación.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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