lunes, 15 de julio de 2024

La muerte se lleva su recompensa.

¿Qué denso perfume lleva la muerte,
cuando se aproxima?
¿A qué sabe su beso, cuando enamorada
te roba el último aliento de vida?
¿Es capaz de amar antes que rozar con sus 
senos la trémula carne y marchitarla?



¿Acaso la vida es agonía que desea 
su frio contacto, cuando se torna febril?
Se escriben epitafios sobre piedra 
y mármol, para dejar constancia en siglos 
venideros, del paso de la vida, cuando 
su vestido de sueños y espuma rozó levemente nuestra piel intacta, antes
de que las edades del tiempo nos marchiten.



La última frontera se extiende sobre 
un horizonte que se desvanece, 
antes de ser alcanzado y sólo llegamos 
a ser bruma en las memorias de cuantos
amamos.
Nuestro recuerdo morirá, como las flores 
que alguien dejó un día sobre nuestra lápida.

A ti muerte, te saludo. Tu paciencia será 
recompensada y podrás degustar 
el fruto maduro de toda una vida.


Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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