una promesa.
La mano ilesa
es de nuevo estremecida.
En el hueco de un momento,
sólo el trazo
de un abrazo.
Es lo que busco y presiento.
Durante un mágico encuentro,
un hechizo
y el granizo
se deshace muy adentro.
Bajo un cielo prometido,
una espera.
Redonda esfera,
que acompaña mi latido.
El espacio en el que habito,
voy llenando
de aquello que voy gozando,
pues sé que lo necesito.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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