en otro ser fecundo, reconoce
la esencia de la vida, en ese roce,
que acepta de buen grado y nunca niega.
Tal vez, por la emoción en la que enjuaga
su lágrima sincera, que es sentida,
como un caudal que brota de su vida,
que nace y en su seno se propaga.
Se extiende, como un ala que es furtiva
y alcanza en la amistad todo objetivo
del gérmen que en mi impulso siento vivo,
en ese caminar que me motiva.
Camino en la amistad y es generoso
sentir en tu mirada un mismo espejo,
pues tu alma con la mía es un reflejo
de luz en un relámpago dichoso.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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