martes, 2 de julio de 2024

Sí ignoras lo qué es amar.

La noche viste de seda
y de negro terciopelo,
para el amante, es consuelo 
la gracia que le conceda.


Noche de besos de raso
y un silencio enmudecido,
al compás de su latido,
con un sol en el ocaso.


Besos de fuego y premura 
en furtivos callejones,
huyendo por los rincones 
de azúcar en su ternura.


Hay un silencio que acosa
tachando el día con greda,
mientras el amor, se enreda 
a la espina de su rosa.


Negra rosa, denso manto,
que finamente bordado
en oro fue recamado 
o en lágrimas, por su llanto.


Lamento de unos amantes,
que, entre la noche y el día,
el sufrimiento acudía
entre dolores punzantes.


Que hieren tu corazón,
sí al final se desvanece 
un amor que nunca crece,
convertido en obsesión.


Se ha de perder la razón, 
cuando el amor te abandona,
un error no se perdona,
porque no existe el perdón.


Se aprovecha la ocasión,
cuando el amor te visita
nada te da y nada quita,
sólo cuenta tu intención.


Nada escrito en amoríos,
sí acaso, se graba en piedra,
que trepa como la hiedra 
y fluye como los ríos.


Desembocando en un mar
de alegría y de tristeza,
que te inunda la cabeza,
sí ignoras lo qué es amar.


Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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