buscado un arrecife en el abismo,
lo hallé, cuando mirando hacia mí mismo,
gocé al celebrar tan grato encuentro.
Jamás me conocí y en el olvido,
seguía caminando en ruta ajena,
tomé esta decisión siempre por buena,
sin apreciar lo poco que he vivido.
Miraba a un horizonte aún lejano,
pensando en los demás y en este caso,
se presentó de frente mi fracaso,
la vida se soltaba de mi mano.
En un feliz encuentro, contemplaba,
que no puedo olvidar que estoy presente
en cada espacio y vida de la gente
y no pude sentir, sí lo olvidaba.
Después me convencí de que, al aceptarme,
en mí comienza todo ese clamor,
que muestra la experiencia del amor
y es cuando decidí volver a amarme.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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