ácimo pan, para la boca ociosa
que no pretende hacer otra cosa
que destacar altiva entre la gente.
Amarga en el vacío inconsecuente,
antes pulpa dulce, que se siente hermosa,
entre el acero de la espina en rosa,
pulsa una razón que se calla y miente.
Alabea el hierro de fragua candente,
mano fatigada, cerviz orgullosa,
mano en la labor, firme y pretenciosa,
de sudor saciada en pulso eficiente.
Carácter que muestra en mueca silente,
una masa inerte, de forma viscosa,
que nutre su espacio, nota vigorosa,
templado metal, limpio y reluciente.
Escrito en Julio 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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