en la red de una mirada,
las mariposas salen volando sobre las cabezas,
que aún sueñan.
La dureza de esta vida, se viene abajo,
con el eco de las risas de los niños
y la ternura de una caricia.
Llevo el otoño a mis espaldas
y la primavera en mis labios.
Amo, rabiosamente vivo,
deseoso de un brillo de Luna en tu mirada
y un caudal de suspiros sobre tu pecho amante.
Amanecer en ti, es la dulce resaca
de una noche de amor, donde, el tiempo,
se detiene en cada beso, cada caricia,
en cada mirada que penetra a raudales,
a través de todas las ventanas de mi alma.
Escrito en Octubre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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