de la boca temblorosa,
que sujetara una rosa,
de un amor, con embeleso.
Beso frío y desganado,
que nadie pensó guardar,
pero que vuelve a tu hogar,
aunque no, por deseado.
Regreso hacia la humedad
de la tierra, que regamos
y que en su seno, sembramos,
nuestra más cruda verdad.
Regresar y no ser nada,
como origen de existir,
porque es la ley de vivir,
esta vida, por soñada.
Escrito en Octubre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
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