que el tiempo debilita,
deshojando en constancias y dejando
trazos irregulares en la memoria.
Caen las hojas amarillas sobre el empedrado suelo
y la nieve se aloja en las sienes.
La mirada, adquiere una profundidad
en el melancólico gris
y unas notas de piano, golpean los recuerdos,
en lágrimas, que evaden en presente,
ante las añoranzas del pasado.
Ámbar sobre el terciopelo ajado
de la ternura
y unos labios ávidos, recrean el sonido
de los alados besos de juventud.
Una mariposa ha cruzado
por nuestra ventana,
pero mañana lloverá en las calles
y en la nostalgia de mi alma.
Escrito en Octubre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz".
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