Entre la roca y la arena, fluye el agua

Un mínimo esfuerzo, supone guardar
una cierta cantidad de aire
en el arca del pecho, donde los suspiros nacen
y toman rumbo, entre una decisión
y una renuncia tal vez, de costosa resolución.

El corazón nos traiciona, mientras la mente
y la conciencia se desvelan en una continua
vigilia.
Los ojos siempre buscan la lejanía
entre los arbustos que nos impiden
el paso a nuevos caminos.

La tierra recibe un beso de agua de los mares
y ríos, mientras el viento sonríe, peinando
los árboles y ondulando la superficie del agua
de los mares.
Emociones que guardan distancias,
besando la orilla de las playas
y las faldas de los montes, que descienden,
como arrecifes perdidos
entre la espuma rabiosa del mar,
 que se aventura en álgido beso
sobre una playa desnuda.
Escrito en Enero 2018 por Eduardo Luis Diaz Expósito. “zuhaitz “.

I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6

Depósito Legal: BI – 1323 -2018