domingo, 7 de enero de 2018

Inmerso en un dulce sopor

Los ojos de la noche observan,
mientras los sueños se mecen entre dientes
de media luna.
Nadie sabe que en la vigilia, cada estrella
es un propósito o una ilusión que se perdió
y quedó en el firmamento,
cuando nuestras ansias se limitaron
a contemplar la tierra y los frutos que en ella,
apenas podemos alcanzar.

La negra retina atrapa una escasa luz del día
y la guarda, cuando el sopor es ese hálito
o vapor, que ruboriza las mejillas
y distiende los músculos, en una lasitud
que permite, el suave y progresivo
abandono del cuerpo, para flotar
entre las emergentes nubes
de nuestra imaginación,
 cautiva en el espacio inerte,
bajo la línea de flotación
de todos nuestros sueños.
Escrito en Enero 2018 por Eduardo Luis Diaz Expósito.”zuhaitz”.

I.S.B.N : 978 – 84 – 17279 – 06 – 6

Depósito Legal: BI – 1323 -2018


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