lunes, 25 de junio de 2018

Bajo un cielo de pupila enamorada 

Bajo un cielo de pupila enamorada,

el mar besa el cuerpo triste de una tierra 

ávida de las aventuras 

que los rumores de agua, traen 

desde recónditos lugares.


En su seno de amniótica humedad,

de realiza el milagro de la sal, 

que apuntala el sabor 

de su lengua pronunciada, en el beso 

que ofrece a sus doradas arenas.


En un vals de olas crecientes, el sol apaga 

toda su furia incontenida, en esa cautividad

de la magia, que la tarde retiene 

en una roja o anaranjada esfera.


Bajo un cielo de pupila enamorada,

un rumor de besos, agua y susurros

que el viento esparce.

Los amantes hacen promesas,

llevados por una ilusión que crece,

mientras el día toca a su fin... en el ocaso.


Escrito en Junio 2018 por Eduardo Luis Díaz 

Expósito."zuhaitz".


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