El camino se sabe por andado
y hay veredas que todo lo enderezan...
si se sienten sin orden, ni cabeza,
los sueños que no fueron alcanzados.
La ilusión que los dogmas han robado
con doctrinas, temores y asperezas,
nos sumieron en sombras de tristeza
y quedó nuestro cielo hipotecado.
Lo correcto es hallar consentimiento,
a una vida que mantenga los valores
que un día se quedaron olvidados.
Es la clave del arrepentimiento,
desnudarnos de halagos y de flores
y volver a caminar lo desandado.
Escrito en Junio 2018 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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